Santa Iglesia Catedral de Nuestra Señora de la Asunción
A raíz de la conquista de la ciudad por Juan I de Portugal el 14 de agosto de 1415, y la creación de la diócesis ceutí el 4 de abril de 1420 por la bola «Romanis Pontifex» del Papa Martin V, se inicia el 6 de septiembre del mismo año la construcción de la catedral sobre la antigua mezquita Aljama. Se crea bajo la advocación de Santa María de la Asunción, debido la hecho de haber pasado la ciudad a manos portuguesas en la víspera de dicha festividad religiosa.
El edificio llega en muy mal estado a la segunda mitad del siglo XVI. El paso del tiempo, los frágiles materiales empleados en la construcción de la mezquita catedral y los frecuentes asedios padecidos por la ciudad, deterioraron el mismo. En 1665 el Cabildo declara la ruina del recinto sacro y siete años más tarde el Obispo D. Antonio Medina Chacón y Ponce de León ordena su definitivo cierre, instalándose el cabildo eclesiástico en la vecina Iglesia de Nuestra Señora de África.
En 1686 el Obispo D. Antonio Ibáñez de la Riba inició la cimentación del edificio y en 1687 encarga la obra al arquitecto Juan de Ochoa. En 1694, cuando sobrevino el sitio de Muley Ismail, el templo se hallaba ya cubierto, pero sin consagrar, sirviendo de cuartel de infantería, hasta el 8 de diciembre de 1726 en que fue consagrado.
En 1735 se construye el Sagrario, según planos de Juan de Ochoa, patrocinado por el Obispo D. Andrés Mayoral. A fines del siglo XVIII se acometen algunas obras de reparación, debido a los daños producidos por un nuevo cerco en 1790, que afectaron a las cubiertas y vidrieras.
En 1828 se sustituyó el retablo mayor de madera dorada y policromada, obra de Juan del Castillo en 1737, por un lienzo de la Asunción de la Virgen. A fines de siglo se desplomó la media naranja, destrozando al presbiterio, siendo reconstruido entre 1900 y 1901.
Entre 1944 y 1955 se remodela el edificio, obra del arquitecto José Blein Zarazaga. Se edifica un nuevo presbiterio con girola y capillas radiales, un nuevo sagrario, adosado a la nave de la Epístola y se levantan dos torres gemelas de la fachada.
La Catedral es un edificio de planta rectangular, compuesto por tres naves divididas en cuantro tramos más crucero, a las que se adosa una cabecera semicircular con girola. Las naves se separan por medio de pilares de sección cuadrada, sobre los que sitúan arcos de medio punto. El crucero se cubre con bóveda semiesférica apoyada sobre pechinas ornamentadas con medallones en relieve representando a los cuatro Evangelistas, obra de Bonifacio López Torvico, dividiéndose por medio de gallones en espacios decorados con pinturas que representan a los Padres de la Iglesia ejecutadas por el pintor José Martín Ocaña (nacido en Buenos Aires en 1912).
La girola se divide en doce tramos, comunicados con la capilla mayor por medio de arcos de medio punto y dinteles. El presbiterio se encuentra cubierto por una bóvena engallonada.
El exterior de la Catedral presenta una imagen clasicista pero fría. Su imafronte se compone de un móduclo central franqueado por dos torres gemelas. Se delimita por dos pilastras dóricas, rematado por un frontón triangular, en cuyo tímpano se abre un óculo. La portada se compone de un arco de medio punto en cuya clave aparece un escudo de la Iglesia, flanqueado por semicolumnas de orden corintio.
Las grandes obras del siglo XX supusieron la transformación de la fachada existente. La portada originaria fue respetada, abriéndose sobre ella una vidriera pequeña para proporcionar luz al interior del templo, por encima del órgano. La torre del lado del Evangelio (izquierda) fue transformada, levantándose otra idéntica en el lado de la Epístola, sin cimientos.
En esta fachada se advierte la influencia de la Catedral de Cádiz. Como resultado la Catedral presenta el aspecto de una obra con pretensiones monumentales y de grandiosidad, pero utilizando un lenguaje frío y poco personal.
La primitiva torre campanario del templo, ubicada hasta las grandes obras del siglo XX en los pies del mismo, en la zona del Evangelio (izquierda), presentaba una planta poligonal.
En este templo tiene sus sedes canónicas las siguientes hermandades:
- Cofradía del Santísimo Cristo de la Encrucijada y Nuestra Señora de las Lágrimas
- Hermandad de Nazarenos del Santísimo Cristo del Triunfo en su Sagrada Resurrección
- Venerable Cofradía de San Daniel y Compañeros Mártires, Patronos de Ceuta